Ambos equipos aspiran a comenzar con buen pie esta fase de grupos y están entre los principales candidatos a meterse en los playoffs. El Lech Poznan confía en su fortaleza como local, mientras que el Rapid Viena buscará dejar atrás sus recientes tropiezos.
En su último partido de la Ekstraklasa, los ferroviarios empataron con el Jagiellonia (2-2). Tuvieron un 53 % de posesión y realizaron seis disparos a puerta. Su principal arma ofensiva es Mikael Ishak, que suma seis goles esta temporada. De media, el Lech anota 1,8 goles por partido, lanza casi 11 veces y genera alrededor de seis saques de esquina. Su gran problema está en defensa: encaja 1,6 goles por partido y sufre especialmente a balón parado. En casa, el equipo polaco se muestra muy activo y supera con frecuencia la línea de córners.
El Rapid perdió el clásico austríaco ante el Austria Viena (1-3), a pesar de tener el 53 % de posesión. Solo pudo convertir uno de sus nueve remates. En sus últimos diez partidos, su balance es de seis victorias, dos empates y dos derrotas, con una media de 1,6 goles por encuentro. Es un equipo muy ofensivo que genera unos seis córners por partido, aunque deja muchos espacios para las contras rivales. Como visitante, mantiene una actitud valiente, pero suele encajar en los tramos finales.
Se espera un partido abierto: ambos conjuntos generan muchas ocasiones, pero también muestran debilidades defensivas. Las estadísticas de córners son elocuentes: el Lech ha superado la línea de 4,5 córners en sus seis últimos partidos en casa, mientras que el Rapid ha permitido más de cinco saques de esquina en sus tres salidas más recientes y también suele sacar al menos cinco. Todo apunta a un choque muy dinámico con muchos balones parados.